Discurso Canciller Miguel Vargas en Acto Lanzamiento de Plan de Difusión del Merengue a travéz del Servicio Exterior.

Este es un gran momento para los dominicanos porque recibimos con orgullo el pergamino otorgado por la UNESCO confiriéndole al Merengue la categoría de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

 

Este es un gran momento para los dominicanos porque recibimos con orgullo el pergamino otorgado por la UNESCO confiriéndole al Merengue la categoría de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

… Y eso, queridos amigos, invitados especiales, amerita que todos nos pongamos de pie para darle un gran aplauso a Su Excelencia… el Merengue!, nacido y criado aquí, en nuestro suelo, en nuestra patria de Quisqueya, en esta hermosa isla del Caribe...
(iniciar el aplauso)

Muchas Gracias… La cultura es el alma de un país, el elemento básico de su identidad, la expresión mejor acabada de la igualdad social en el marco de un proceso de largo aliento que se transfiere de una generación a otra y termina convertida en la imagen perfecta de la historia de los pueblos.

El merengue tiene vida, y esa vida se la dan sus compositores, sus intérpretes y sus instrumentistas, algunos de los más destacados nos acompañan esta noche en que rendimos tributo a uno de los ritmos musicales de mayor vinculación con la esencia de este crisol de razas y culturas que compone el continente americano.

Reciban todos ustedes, distinguidos merengueros, mi reconocimiento, mi admiración y mi respeto.
Ustedes son los verdaderos artífices y responsables de que hoy estemos recibiendo este pergamino que inmortaliza el merengue como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Yo comparto la teoría de Huchy Lora, que dice que el merengue alarga la vida, y puso como ejemplo a Ñico Lora quien vivió 113 años, a Joseito Mateo que tiene 97, Rafael Solano 86, Jhonny Ventura, que no se sabe cuántos tiene y Fefita “la grande”, quienes siguen activos y gozan de buena de salud.

Desde que asumí este Ministerio de Relaciones Exteriores me empeñé en darle importancia a la cultura y situarla entre los ejes centrales de la definición de la política exterior que lidera con tanto acierto el Presidente Danilo Medina y que en este tramo de su gobierno me ha correspondido poner en ejecución.

Este pergamino que celebra, inmortaliza y convierte nuestro merengue en valor universal, constituye un extraordinario reconocimiento de la principal entidad mundial en el fomento de la Educación, la Ciencia y la Cultura, en tanto coloca nuestra principal expresión musical en el foco de un mundo globalizado.

El merengue, como parte de la idiosincrasia de los dominicanos, es también la música de mayor difusión en el encuentro de culturas de diversos orígenes que forma parte de la dominicanidad y que ilustra nuestro patrimonio cultural.

Nuestra música, de perfiles cadenciosos, a todos pone a vibrar de alegría, y ahora pasa a formar parte de la Marca País que los dominicanos exhibimos con tanto orgullo.

Señoras y señores: llevar el merengue al pabellón más elevado de la cultura universal fue una ardua tarea.
Cuatro años de esfuerzos constantes culminaron el primero de diciembre de 2016 con la declaratoria que hoy celebramos, votada en la 11ava. Sesión del Comité Inter-gubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, un órgano de la Unesco.

Nuestra candidatura fue presentada por primera vez en el mes de abril del año 2012 por la Delegación Permanente de la República Dominicana, a la sazón encabezada por la embajadora Rosa Hernández de Grullón.
Como respuesta, la Unesco solicitó a nuestro país completar el expediente para que respondiese a especificaciones técnicas exigidas por la Convención.

En el mes de abril de 2013, al asumir la Delegación ante la Unesco, la embajadora Laura Faxas retomó el tema ante el Ministerio de Cultura que encabezaba entonces el destacado cantautor José Antonio Rodríguez, quien puso especial empeño para impulsar ese reconocimiento sin imaginarse siquiera que le correspondería a él, cuatro años más tarde, recibir el pergamino en su condición de embajador dominicano ante la Unesco.

Es en esta situación que la Delegación de nuestro país-- ya encabezada por José Antonio Rodríguez y en la actual gestión de esta Cancillería--, llevó el proyecto a las deliberaciones de la 11ava. Sesión del Comité Inter-gubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre de 2016 en Addis Abeba, Etiopía.
En ese lejano escenario, José Antonio sustentó con mucha lucidez las argumentaciones del proyecto dominicano que finalmente mereció la aprobación de la plenaria, y el primero de diciembre pasado la República Dominicana se llenó de gloria con la declaración de la música y el baile del merengue como Patrimonio Intangible de la Humanidad.

Aprovecho este momento tan emotivo para destacar con orgullo que nuestro país posee una gran riqueza cultural que muchas veces pasa junto a nosotros sin siquiera notarla.

En este sentido cabe destacar que la propia Unesco reconoció en el 2004 a los Congós de Villa Mella, y cuatro años más adelante, en el 2008, hizo lo propio con los Guloyas de San Pedro de Macorís.

Además, el espacio cultural de la Cofradía del Espíritu Santo de los Congós de Villa Mella, y la Tradición del Teatro Bailando Cocolo, por ejemplo, han sido reconocidos como obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad.

Por eso hemos puesto particular empeño en organizar este acto para recibir en todo su esplendor el reconocimiento de la Unesco a la más prolífica expresión musical del pueblo dominicano, para que el merengue quede definitivamente situado en el alto espacio en que lo coloca la institución cultural de mayor prestigio del mundo.

Estoy solicitando formalmente al Presidente Danilo Medina la emisión de un decreto para que se incorpore el merengue a todas las actividades diplomáticas, consulares y de las oficinas del dominicano en el exterior, de modo que este patrimonio de la humanidad esté presente en las actividades que organice el servicio exterior dominicano en ocasión de las fechas patrias, recepciones, ofrendas y cualquier otro tipo de celebración conmemorativa.

Es necesario, pues, que este esfuerzo extraordinario del servicio exterior y de la diplomacia dominicana tenga mayor difusión a través de los órganos culturales y de los medios masivos de comunicación, de manera que, tengamos presente que somos un país orgulloso de sus raíces y que hemos hecho grandes aportes a la humanidad…

… Que somos un pueblo de esencia sana donde abunda la alegría y la bondad de su gente…

… Que nosotros disfrutamos nuestra música, que también sabemos ser felices y que superamos con inteligencia cualquier adversidad…

… Y, más que todo, que bailamos bien el merengue, cosa que haremos todos al concluir la formalidad de este acto….

Que viva el Merengue !!

MUCHAS GRACIAS.-