Juegos de pelota

Los días de verano puede vérseles jugar en distintos parques, sobre todo el de Bagatelle, en el Bois de Boulogne, acompañados a menudo por miembros de sus familias.

La tradición dominicana de jugar “pelota”, como le llamamos familiarmente al béisbol, también tiene su presencia en París. La historia empezó un día en que Palillo, como lo apodan sus allegados, se paseaba por uno de los parques y vio que un grupo de asiáticos estaban jugando algo muy parecido a la pelota. Afortunadamente, además necesitaban refuerzos. Él se integró y le dijo que, entre sus amigos, podía haber más interesados. A través de los mensajes de Cocó, lograron reunir a más de cincuenta personas. “Hubo un amigo que trajo un dominó, otro música, el tiempo estaba bueno. Nos fuimos a jugar a Barcelona y el equipo de allá se llamaba ‘los dominicanos’. Fue un juego muy bien organizado, con narración por altavoces y todo, y a nosotros se referían como ‘los muchachos de París’ y nosotros dijimos que eso de estarse llamando muchachos como que no taba. Así que elegimos el nombre de ‘los criollos de París’.”